El pasado día 27 de enero asistí, como hago de vez en cuando, a colaborar en los cantos de la misa de víspera del domingo en la parroquia Sant Pere d’Abrera. Aquel sábado nos acompañó el Fr. Kurt James klismet de la Orden de la Santísima Trinidad y de los Cautivos. El padre se dirigía hacia Estados Unidos desde Italia haciendo escala en Barcelona. Este hecho dió la oportunidad al párroco de Abrera para poder realizar un evento en la agenda de la Catequesis Familiar que se lleva realizando en la parroquia ya hace 3 años.
Me encantó la homilia. El hecho de que el padre hablara principalmente el inglés hizo que unos de los feligreses, profesores de inglés con experiencia, ayudaran en la traducción de su testomonio. Nos mostró la gran labor que tiene su orden que yo mismo desconocía. Los trinitarios se dedican a ayudar a la iglesia perseguida. Fué fundada por Juan de Mata en el siglo XII con objetivo de rescatar a cristianos que estaban prisioneros por su fe.
Nos contaba algunas anécdotas para saber cómo es la iglesia católica en otros lugares del planeta. Por ejemplo, en Kuwait existen restricciones en los actos religiosos católicos para unos 550.000 fieles. Sólo se pueden abrir 4 iglesias, hecho que obliga a los católicos a empezar vísperas de misa dominical a partir del jueves de esa semana. Hay otros países que no se permite signos religiosos en lugares públicos atentando contra la libertad religiosa. En nuestro país ya se está viendo la retirada de cruces en alguna que otra plaza de algunas provincias. Nos comentaba el Fr. Kurt la importancia de valorar las facilidades que tenemos para acceder a cualquier templo y obtención de los sacramentos que la Iglesia nos brinda.
Se alegró mucho de ver una parroquia llena de feligreses. Se notaba la fe del pueblo e insistió en defender la fe allá donde nos encontremos.
Quiero agradecer al Fr. Kurt por su bellísimo testimonio y al párroco de Sant Pere d’Abrera por haber hecho posible este evento tan enriquecedor.